miércoles, 2 de junio de 2010

Apolo y Dafne ( Cristina Hermosa Latín 4º )

Os voy a contar el mito de Apolo y Dafne, que trata de un amor no correspondido.

Dafne, era una náyade, hija de Peneo (río que atraviesa Tesalia). Era una joven muy guapa, que se hacía destacar entre las demás. Y Apolo era hermano de Ártemis, e hijos de la titánide Leto y del dios Zeus. Apolo protagonizó la lucha entre él y una serpiente, Pitón. En realidad era como un dragón horroroso. Pero su padre le regañó, aunque Apolo seguía estando orgulloso de su hazaña.

Empiezan los problemas. Un día Apolo vió a un chico, pequeñajo, con un arco y unas flechas. Era Eros, el Cupido latino. Era el dios del amor, hijo de Afrodita, y estaba representado en figura de niño, con alas, arco y flechas. Apolo se empezó a meter con él, más bien con su tamaño. Entonces Eros, se enfadó y le amenazó, diciéndole que ya conocería su poder. Eros subió a lo alto de un monte, y lanzó una flecha de amor eterno a Apolo, y una de odio a Dafne.

Un día Apolo, intentando cazar un ciervo, fue a buscar una fuente, que era donde solían estar. Entonces se encontró bañándose en la fuente, a Dafne y sus amigas, que era su lugar favorito.

Desde ese momento, Apolo, se enamoró de Dafne. Pero Dafne no le quería ni ver, por eso ella se quedaba los dias y las noches metida en su "gruta".

Pero un buen día, Dafne salió al bosque, y también Apolo. Allí fue cuando se encontraron. Y Dafne salió corriendo, porque ella no le amaba. Mientras corría, llamó a su padre, Peneo, y le dijo que la convirtiera en un laurel. Y así fue. Sus manos se convirtieron en las ramas y sus pies en las raíces.
"Apolo y Dafne" Escultura de Bernini.

Acteón y Diana ( Sandra Villegas, Latín 4º )

Os voy a hablar del mito de Diana y Acteón. Acteón fue educado por el centauro Quirón, que le enseñó todo sobre la caza. Pero Diana, que era la diosa de los bosques y la caza, comenzó a sentir celos porque le sentía como un rival.

Un día por la mañana Acteón salió de caza con su jauría, y se despistó de los perros, y de repente escuchó un ruido detrás de unos arbustos. Y fue a ver qué era lo que pasaba: se sorprendió al ver a una mujer desnuda bañándose en el río. Impresionado por su belleza se cayó de espaldas, intentó ponerse en pie pero solo podía hacerlo a cuatro patas. Se miró las manos, y eran pezuñas. Horrorizado se echó las manos a la cabeza y notó un hocico prominente y peludo, en un intento de gritar le salió un horrible berrido que asustó a sus perros. Salió corriendo y fue hacia el rio donde se encontró su reflejo de ciervo. Los perros corrieron tras él, intentó gritarles: ¡ Soy vuestro amo, soy vuestro amo! Pronto le alcanzaron y notaba cómo le iban clavabando en el lomo, la cabeza y las piernas, sus feroces dientes. Un afilado colmillo le atravesó la yugular y perdió en sentido. Al tiempo, los perros murieron de fatiga y hambre en un intentó inútil de encontrar a su amo, a quien sin darse cuenta habían devorado. Os preguntaréis que quién era la bañista y por qué Acteón se convirtió en ciervo. La bañista era la Diosa Ártemis y al verse descubierta por un mortal lo castigó desfigurándolo en ciervo. Porque ningún humano puede ver a un dios y seguir viviendo.