domingo, 10 de abril de 2016

Certamen de Traducción de Cantabria 2016

   Como cada año, justo antes de las vacaciones de Semana Santa, los alumnos de 2º de Bachillerato han participado en el Certamen de Traducción que organiza la Asociación de Profesores de Latín y Griego de Cantabria. Este año, en la XVI edición, han participado algo más de 120 alumnos de numerosos institutos de toda Cantabria y por primera vez se ha celebrado en la antigua Universidad Pontificia de Comillas, donde actualmente se imparten estudios universitarios de lengua española. La primera prueba fue la de Griego. El texto propuesto era una fábula de Esopo (La encina y la caña), con una enseñanza discutible: ¿no conviene oponer resistencia a los más fuertes?
    La satisfacción de los alumnos de Griego fue general: no hace ni dos años que empezaron con el estudio de esta lengua antigua y comprendieron muy bien un texto original del s. VI a.C. No está nada mal.
  Tras un pequeño descanso, que aprovechamos para conocer algunos secretos de este edificio modernista, comenzó la prueba de Latín. Se trató de un texto de Cicerón sobre uno de los siete sabios de Grecia, Bías de Priene, quien tenía muy claro que el mayor tesoro de un hombre es su propio pensamiento: Omnia mea mecum porto. El texto les resultó menos fácil que el anterior, y la verdad es que no les faltaba razón. Traducir a Cicerón es siempre una tarea ardua.
   Terminadas las pruebas (¡qué bonito ablativo absoluto!) fuimos a comer con el resto de compañeros que no pudieron acudir a Comillas y con alumnos que ya abandonaron el instituto el año pasado. Se trataba de celebrar, con un año de retraso, el primer premio conseguido con nuestro precioso vídeo en el concurso "Yo conozco mi herencia, ¿y tú?". Aquí os lo dejo, imágenes y palabras que siguen emocionando como el primer día, ¿os acordáis? Siempre es hermoso disfrutar de un trabajo bien hecho, y lo cierto es que todos os implicasteis en este de una forma impresionante. Gracias.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Guapos, ¿verdad?
 
 
Y el miércoles pasado conocimos el resultado del certamen. Mario García Calva, nuestro Mario, el mismo Mario que ha ganado el Certamen Ciceronianum en Cantabria este año,obtuvo el primer premio en las dos pruebas, en la de Latín y en la de Griego. Es un resultado magnífico que nos alegra y enorgullece a todos y que anima a seguir traduciendo y aprendiendo como lo habéis hecho hasta ahora. Pero no fue el único alumno de nuestro centro en los primeros puestos. Dos amigas inseparables, Mariya Bukhareva y Raquel San Martín, consiguieron el 7º y el 8º puesto respectivamente en la prueba de Griego. Enhorabuena a los tres. Me encanta poder felicitaros.
 
Pero no sólo a vosotros tres. Quiero felicitar a todos los alumnos de 2º de Latín y Griego de nuestro instituto. El curso está acabando, muchos de vosotros ya estáis decidiendo qué estudios comenzar el próximo año, en qué ciudad o en qué universidad. Algunos ya lo tenéis claro, Periodismo, Filología, Traducción, Magisterio, Derecho,... Ante vosotros se abre la puerta que os conduce a los que, probablemente, sean los mejores años de vuestras vidas, los años en los que vais a adquirir la base más sólida de vuestra formación. Años que no tienen por qué determinar el futuro profesional, pero que sí dejarán huella en vuestro crecimiento personal. Aprovechad todo lo que está por venir. Es enteramente vuestro. Y con el sabor a despedida que está tomando esta entrada, ya anticipo la nostalgia y el afecto con los que recordaré los momentos que hemos compartido en tantas horas de Latín y Griego, los muchos interrogantes que me habéis planteado y lo que vuestra curiosidad me ha hecho aprender. Ha sido tremendamente enriquecedor. En una novela de Iris Murdoch leí hace tiempo: "Enseñar una noble lengua muerta a un grupo de alumnos espabilados debía ser una de las ocupaciones más gratas del mundo". Vosotros lo habéis confirmado.
 
 
 
  
 
 
 
 
 
 

martes, 22 de marzo de 2016

8 marzo 2016: lectura de textos sobre mujeres griegas y romanas. Alumnos de Latín y Griego.


   Sabemos que las sociedades de la Antigüedad Clásica, la sociedad griega y la romana, fueron patriarcales, machistas y con frecuencia misóginas. Sabemos que en Roma y, sobre todo en Grecia, la mujer carecía de un papel activo en la vida pública, que vivía relegada a un segundo plano, tutelada siempre por un varón. Situación injusta, nos decimos, hoy inconcebible. Y, sin embargo, griegos y romanos mostraron en ocasiones más respeto y atención hacia la mujer que las sociedades posteriores y que algunas actuales.

Ecastor lege dura vivont mulieres
multoque iniquiore miserae quam viri.  (…)
Utinam lex esset eadem quae uxori est viro.  




         ¡Por Cástor que  bajo una ley dura viven las mujeres y con mucha más injusticia, desgraciadas, que los hombres! ¡Ojalá hubiera una misma  ley para la mujer y para el hombre!  
 (Palabras de Syra, personaje de la comedia Mercator de Plauto. Roma, s.III a.C.)

   La verdadera intención de eliminar cualquier diferencia entre mujeres y hombres en el ámbito de los derechos civiles no se abrió paso hasta el s. XX. Es entonces cuando se inicia el difícil camino de la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Pero siempre hubo antes mujeres que hicieron oír su propia voz en un mundo de hombres, mujeres que no se resignaron al oscuro papel que les imponían las leyes y las costumbres.  
 
SAFO
   En el s. VI a. C., en la isla griega de Lesbos, vivió esta poeta de exquisita sensibilidad. Su poesía es la primera expresión literaria del amor en occidente. Y es también la primera mujer que canta y expresa su homosexualidad. Poetas romanos como Catulo y Horacio la admiraron e imitaron y a través de ellos ha ejercido un inmenso influjo en las literaturas modernas. Su figura, sin embargo, ha sido incomprendida, vilipendiada e injustamente manipulada a lo largo de los siglos, producto de prejuicios de todo tipo. 
 

Φαίνεται μοι κήνος ίσος θέοισιν

ίμμεν' ώνηρ δττις ενάντιος τοι Ισδάνει

χαΐ πλάσιον αδυ φωνεΐ- σας υπακούει,


Me parece igual a los dioses
aquel hombre que enfrente de ti
se sienta y de cerca tu dulce voz
             escucha
y tu dulce reír. Eso, lo juro,
el corazón en mi pecho con fuerza golpea,
pues nada más que te miro, al instante, de voz
            nada me queda.
 La lengua se me quiebra, y un sutil
fuego en seguida me recorre por debajo la piel.
Con mis ojos no veo nada, y los oídos
            me zumban,
y me recorre un frío sudor, y un temblor
hace presa de mí toda, y más pálida que la hierba
estoy. Y estar muerta por poco
           me parece...
 



  ASPASIA
      Atenas, s.V a.C. Una mujer extranjera en una sociedad basada en el predominio del varón y del ciudadano estuvo presente en el mundo intelectual próximo a Sócrates, de quien fue maestra de retórica. Cortesana y oradora, a su fama como ἑταίρα se unió el reconocimiento de políticos y filósofos. Fue compañera de Pericles durante más de 20 años y a su lado enfrentó duras acusaciones de sus adversarios políticos y soportó los intentos por ridiculizarla de quienes no toleraban que una mujer llevara una vida libre e independiente, impropia de una esposa ateniense.

“Ahora parece el momento de preguntar qué artes o qué poder tenía esta mujer, puesto que era capaz de dirigir a su antojo a los principales hombres del estado y ofrecía a los filósofos la ocasión de discutir con ella en términos exaltados y durante mucho tiempo.”
(Plutarco, Vida de Pericles)


 

    HIPARQUIA
"¿Crees tú que he tomado una mala decisión sobre mí misma cuando dediqué a mi educación el tiempo que iba a perder en el telar?”
  Con estas palabras contestó Hiparquia al filósofo Teodoro, quien no creía que la filosofía era apropiada para las mujeres.  Hiparquia, en el s. IV a.C., en la ciudad griega de Maronea, decidió seguir la filosofía de los cínicos: discípula de Diógenes, compañera del filósofo Crates, compartió con él una vida coherente con las tesis cínicas, rechazando las convenciones sociales y siguiendo los impulsos naturales. No se ha conservado ninguno de los tres libros que escribió.
Dos siglos más tarde de su muerte, el poeta Antípatro le dedicó este epigrama:
Yo, Hiparquia, no seguí las costumbres del sexo femenino,
sino que con corazón varonil seguí a los fuertes perros.
No me gustó el manto sujeto con la fíbula,
ni el pie calzado y mi cinta se olvidó del perfume.
Voy descalza, con un bastón, un vestido me cubre los miembros
y tengo la dura tierra en vez de un lecho.
Soy dueña de mi vida para saber tanto
y más que las ménades para cazar.


  CORNELIA
En el siglo II a.C. Cornelia fue un modelo de matrona romana. Hija de Escipión el Africano, el vencedor de Aníbal,  y esposa de un cónsul, cuando quedó huérfana y viuda rechazó volver a casarse y, sin la presencia de un pater familias, asumió la responsabilidad de educar a sus hijos.  

Mujer culta e inteligente, contribuyó a difundir la cultura helenística en Roma. Defendió las políticas reformistas que sus hijos Tiberio y Cayo llevaron a cabo en una Roma inmersa en una crisis económica donde el hambre se llevaba a multitud de ciudadanos. Ante la ostentación que otras damas patricias hacían del lujo y de sus joyas, Cornelia mostraba a sus hijos con orgullo: “Haec ornamenta sunt mea” (Estas son mis joyas).  Su valentía le valió el reconocimiento de la aristocracia romana: vio cómo se erigía una estatua suya en el Foro. Era la primera vez que se daba ese privilegio a una mujer.  

     HORTENSIA
   En el s. I a.C., en Roma, nació Hortensia, hija de uno de los mejores oradores de la época. Educada en un ambiente de cultura, se dedicó al estudio de la oratoria mediante la lectura de los discursos de su padre y de prominentes oradores griegos. En el año 42, tras la muerte de Julio César, se desencadenó una guerra civil entre sus asesinos y sus defensores. Estos, al mando del segundo triunvirato, decretaron un edicto que establecía que las mujeres más ricas de Roma debían realizar una contribución extraordinaria al Estado para hacer frente a los gastos militares.
   Se produjo entonces un levantamiento femenino por parte de las mujeres afectadas: Hortensia habló en el foro en un discurso que ha pasado a la historia. Al dirigirse a la multitud desde la tribuna de oradores, abandonó de forma escandalosa la esfera privada, eminentemente femenina, por un entorno exclusiva y tradicionalmente masculino, y frente a la pasividad y al silencio que se esperaba y se deseaba de la matrona, tomó la iniciativa y la palabra, ejerciendo además la oratoria, que estaba reservada únicamente al ciudadano romano en el ejercicio de derechos y deberes para con el Estado. Al día siguiente los triunviros rebajaron el impuesto.
   “Nos habéis privado de nuestros padres, de nuestros hijos, de nuestros maridos y nuestros hermanos con el pretexto de que os traicionaron, pero si además nos quitáis ahora nuestras propiedades, nos reducís a una condición más que inaceptable para nuestro origen, nuestra forma de vivir y nuestra naturaleza. Si nosotras os hemos hecho cualquier mal -como afirmáis que nuestros maridos os han hecho-, castigadnos también como a ellos. Pero si nosotras, todas las mujeres, no hemos votado a ninguno de vuestros enemigos públicos, ni derribado vuestra casa, ni destruido vuestro ejército, ni dirigido a nadie contra vosotros; si no os hemos impedido obtener los cargos ni honores ¿por qué compartimos los castigos si no participamos de los crímenes? ¿Por qué pagamos tributos, si no compartimos la responsabilidad en los cargos, los honores, mandos militares, ni, en suma, en el gobierno, por el que lucháis entre vosotros mismos con tan nocivos resultados?”

     SULPICIA

   Sólo se han conservado seis poemas escritos por una mujer romana, y los seis pertenecen a Sulpicia. En el s. I a. C.,  huérfana de padre, Sulpicia se crió bajo la potestas de su tío Mesala, hecho que le permitió moverse en los círculos literarios de la época y una libertad poco común para las mujeres romanas. Se atrevió a expresar un amor que en Roma se encontraba prohibido para las mujeres, quienes debían limitar su sexualidad al matrimonio.
 
 
 
Tandem venit amor, qualem texisse pudori
quam nudasse alicui sit mihi fama magis.            
Exorata meis illum Cytherea Camenis   
attulit in nostrum deposuitque sinum.                
Exsolvit promissa Venus: mea gaudia narret,
dicetur si quis non habuisse sua
               
Por fin llegó el amor. Me reprochan que
lo haya ocultado tanto a mi pudor como
no haberlo descubierto a nadie. Venus me
lo trajo y lo dejó caer en mi pecho. Venus
cumplió sus promesas: que cuente mis goces
aquel que diga que no ha tenido los suyos.


    HIPATIA
Mujer de preclara inteligencia y espíritu libre. Por su agudo intelecto, vastos conocimientos, dotes de magisterio y carisma personal, brilló entre los eruditos de la época en la Alejandría del s.IV d. C. 
Educada por su padre, el astrónomo Teón, destacó en los estudios de geometría, álgebra, lógica, filosofía y astronomía. Fue maestra de un selecto grupo de aristócratas cristianos y paganos: su casa se convirtió en un centro de saber y conocimiento. Hipatia, la primera mujer matemática de la que tenemos un conocimiento seguro y detallado, murió asesinada por una turba de fanáticos cristianos: su muerte simbolizó el fin de la ciencia antigua.
“Defiende tu derecho a pensar, porque incluso pensar de manera errónea es mejor que no pensar”.

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"Examinad todas las leyes relativas a las mujeres con las que vuestros antepasados sujetaron sus libertades y mediante las cuales las sometieron a sus maridos. Y aun estando limitadas por todas estas restricciones, apenas las podéis dominar. ¿Qué ocurriría si les permitierais desbaratar esas leyes una a una, dislocarlas y, en fin, que se igualasen a sus maridos? ¿Creéis que podríais soportarlas? En cuanto comiencen a ser iguales, serán superiores".
 Extemplo simul pares esse coeperint, superiores erunt.
Palabras de Marco Porcio Catón, pronunciadas en Roma en el año 195 a.C. (Tito Livio)

sábado, 31 de mayo de 2014

Labor omnia vicit improbus

    Hace unos meses, en nuestro paseo por los versos que griegos y latinos escribieron sobre el amor, nos acompañaron unas palabras de Virgilio: omnia vincit amor, todo lo vence el amor, dijo Virgilio, y así nos animaba a rendirnos ante la fuerza arrolladora de este dios. Hoy volvemos de nuevo a sus versos, pero en esta ocasión para hablar del esfuerzo y la tenacidad. Labor omnia vicit improbus, el trabajo tenaz todo lo puede, con esfuerzo y tesón lograremos cuanto nos propongamos. Son estas las palabras que quiero dedicar a las brillantes alumnas de 2º de Bachillerato que este año han participado en el XIII Certamen de Traducción de Latín y Griego de Cantabria.
    El pasado 16 de abril, en las Caballerizas del Palacio de la Magdalena, se celebró este certamen que permite a los alumnos de 2º medirse a sí mismos ante un texto clásico, poner a prueba los conocimientos que han ido adquiriendo en estas asignaturas. La prueba de griego se basaba en un texto de Plutarco sobre la vida de Licurgo, el famoso legislador espartano. Nuestras alumnas no salieron muy contentas, se lamentaban de la dificultad del texto y no parecían muy seguras de haberlo entendido completamente. El texto de la prueba de latín era un fragmento de Tito Livio sobre los legendarios fundadores de Roma, Rómulo y Remo. Ambos textos iban acompañados de cuestiones sobre sintaxis, morfología y etimología. La verdad es que no es fácil enfrentarse a autores clásicos con sólo dos años de estudio de estas lenguas, pero una vez más comprobamos que el esfuerzo y el trabajo constantes, el ambiente de respeto e interés en las clases permiten aprender mucho más de lo que creemos.
   Y los resultados de este Certamen así nos lo dejan ver: las alumnas de nuestro instituto destacaron entre los diez mejores tanto en Latín como en Griego: Eva Calderón obtuvo el 2º premio en la prueba de Griego y fue la 4ª clasificada en la prueba de Latín, Celia Álvarez quedó 8ª en esta misma prueba y Johanna Salgado y Alba Martínez fueron 8ª y 10ª respectivamente en la prueba de Griego. ¡Enhorabuena a todas!
   Con este dulce final despedimos estos años que hemos pasado juntas, sin olvidarnos, desde luego, del resto de las compañeras: Ángela, Sarah, Elisabet y Lidia. Y con un cariñoso recuerdo también para aquellas con las que compartimos tan buenos momentos en 4º y en 1º de Bachillerato. Han sido muchas horas las que hemos pasado avanzando cada día un poco más en la comprensión de los textos latinos y griegos, descubriendo las raíces de nuestra lengua, conociendo una parte de la herencia que hemos recibido de los antiguos. Desde aquí os quiero dar las gracias porque con vuestra actitud habéis hecho muy fácil el camino. Y os deseo la mejor de las suertes en el que a partir de ahora empezáis a recorrer. ¡Así de guapas estabais el día de vuestra graduación!
 

  

jueves, 20 de marzo de 2014

Las lenguas de ayer siguen vivas en las chicas de hoy

     Cualquier estudiante de una lengua moderna está familiarizado con los certificados europeos que acreditan un nivel determinado de conocimiento de esa lengua, desde el A1 de los principiantes hasta el C2 de los más avanzados. Pues bien, desde el año 2010 también los estudiantes de lenguas consideradas muertas, es decir, los privilegiados estudiantes de Latín y Griego, pueden obtener un Certificado Europeo de conocimiento de estas lenguas. Este certificado recibe el nombre de ELEX (European Latin Exam) para la lengua latina y EGEX (European Greek Exam) para el griego, y está articulado en 4 niveles: Vestibulum, Ianua, Palatium y Thesaurus.
        Tres alumnas de 2º de Bachillerato de nuestro instituto decidieron este año, allá por diciembre, probar suerte con el primer nivel de ambas lenguas. La prueba se articula en torno a un texto sobre el que se plantean varias cuestiones de comprensión y conocimiento gramatical. Este año el texto de la prueba de Latín trataba sobre la famosa hazaña de Teseo, el héroe ateniense que mató al Minotauro en el laberinto de Creta. Y el texto en griego nos hablaba sobre la infancia de Aquiles y la posible etimología de su nombre. A las cuestiones relativas a los textos se añaden otras sobre la cultura, historia y literatura de Roma y Grecia respectivamente.
         Para un alumno que ya ha cursado un primer año de Latín y Griego esta prueba se convierte en un estímulo, en la manera de demostrarse a sí mismo que ha adquirido los fundamentos de estas lenguas. Nuestras tres compañeras, Eva, Johanna y Alba, decidieron probarse a sí mismas y obtuvieron un estupendo resultado: "medalla de plata" en las dos lenguas. Hace unos días recibieron los Certificados Europeos de este primer nivel y así hemos querido que quedara reflejado. ¡Enhorabuena a las tres!
    

miércoles, 26 de febrero de 2014

Yo conozco mi herencia ,¿y tú? 14-2-14

     Al igual que el curso pasado, la Asociación de Profesores de Latín y Griego de Murcia, ha lanzado una hermosa iniciativa a la que, una vez más hemos querido sumarnos desde Viérnoles. De esta manera, el viernes 14 de febrero de 2014, en numerosos lugares de España, en algunos de Europa e incluso de EEUU, se alzaron las voces de muchos amantes de la cultura clásica. Palabras antiguas y eternas que llevan siglos acompañando a los hombres. Es nuestro modo de rendir homenaje a nuestra herencia, nuestro modo de reivindicar el valor de lo que amamos, nuestro modo de mostrar que nuestra muerte, tantas veces anunciada, parece que no llega aún: vivimos, latimos.

     En esta ocasión, y por lo oportuno de la fecha escogida, hablamos de cuatro sentimientos que conoce bien todo amante, cuatro sentimientos que hemos heredado de la lengua griega: entusiasmo, euforia, melancolía y nostalgia. Así, los alumnos de 4º, 1º y 2º de Bachillerato hicieron suyos los versos de Safo, Catulo y Propercio y los ofrecieron a todos cuantos acudieron a este pequeño acto. La viola de Ilea dio paso a los poetas, que estuvieron acompañados por la suavidad de la guitarra de Miguel. A todos los que participaron y estuvieron presentes, gracias. Fue un momento hermoso que queremos dejar así reflejado.


    Los alumnos de Cultura Audiovisual, con su profesor Juan Carlos, elaboraron después este otro vídeo, que hemos presentado al concurso "Yo conozco mi herencia 2014". Sólo dio tiempo a completar las partes dedicadas al entusiasmo y a la melancolía. Pero el resultado nos ha encantado. Gracias también a ellos.

miércoles, 26 de junio de 2013

Duae fabulae minimae

    Aquí quedan las dos pequeñas escenas que han ideado y representado los alumnos de Latín de 4º de ESO para terminar el curso con una sonrisa (o una carcajada). Pido disculpas por el pésimo modo en que están grabadas, del que yo soy la única culpable. Ocurre las primeras veces. Pero tomo buena nota de los fallos y me comprometo a mejorar el próximo curso.
  La primera es una escena en la que los humanos reciben el castigo de los dioses por inmiscuirse en su terreno. El pobre pater es asaeteado por la dios Diana por haber matado un ciervo (algo que también hizo Agamenón sin recibir tan severo castigo)




    Y la segunda escena, de carácter doméstico y familiar permite a los alumnos poner en práctica estructuras, vocabulario y contenidos culturales aprendidos este curso. Gracias a todos ellos por su colaboración y falta de pudor. Y una vez más, gracias a Juan, nuestro infatigable TIC.




domingo, 5 de agosto de 2012

Academia Homérica de Quíos 2012

    Ganar la Prueba Nacional de Griego tiene, como ya sabéis, un estupendo premio: asistir a la Academia Homérica que cada verano se celebra en la isla griega de Quíos. Y allí hemos estado diez días Bruno y yo. Un viaje verdaderamente especial, que nos llevó primero a Atenas, donde subimos a la Acrópolis para admirar un Partenón que sigue en proceso de restauración desde hace años (aquí Bruno con dos compañeros de viaje: Amparo y Gregorio) 
y  para deleitarnos con el magnífico templo doble, dedicado tanto a Atenea como a Poseidón. La imagen más conocida del templo es la tribuna de las cariátides, esas 6 columnas con forma de mujer de las que nos habló hace tiempo Adriana en una entrada del blog. Las 5 originales que quedan en Grecia las vimos después en el nuevo Museo de la Acrópolis. La sexta sigue en Londres, en el British Museum, de donde no parece que vaya a regresar de momento.
        
                                     
No quisimos marchar sin fotografiarnos ante el olivo que, junto a este templo, recuerda para siempre a ese otro olivo que Atenea hizo brotar aquí para ganarse así el favor de los atenienses: en su honor impusieron el nombre de la diosa a la ciudad recién fundada.
A última hora de la mañana tuvimos tiempo de entrar en el Museo Arqueológico: la impresionante "máscara de Agamenón", la magnífica escultura de bronce de un Poseidón o Zeus sacado de los mares para dejar sin respiración a todo aquel que lo contemple,
las tablillas micénicas que hablaron en griego a Michael Ventris hace tan sólo algo más de medio siglo y los frescos recuperados de la isla de Tera (sí, la de la erupión volcánica de la que alguna vez hemos hablado, la actual Santorini que tanto nos gustaría visitar algun día).
   Y tras este delicioso aperitivo en Atenas, empezó una travesía por el Egeo que nos llevó desde el puerto de Pireo hasta la isla de Quíos, ya muy cerca de la costa de Turquía. Allí conocimos a los que serían, durante diez días, nuestros compañeros en esta singular Academia Homérica: jóvenes rusos, ingleses, belgas o griegos unidos por su estudio del griego clásico, que recibieron las inolvidables lecciones del profesor inglés John Thorley. Un hombre sabio y humilde que ama enseñar, que contesta con paciencia y entusiasmo a cualquiera de las preguntas que se le planteen. Aquí está junto a Bruno en un lugar emblemático, la "daskalopetra", una roca que a pesar de pertenecer a un templo de Cibeles mucho más tardío, pasa por ser el legendario lugar donde Homero recitaba y enseñaba a sus discípulos.
Junto a ellos y a otros alumnos de las clases de griego moderno, como Amparo, Gregorio o Carlos, o a profesores que acudieron a Quíos para hablarnos de sus estudios sobre distintos aspectos de la obra y la figura de Homero recorrimos la isla con sus innumerables monasterios ortodoxos,
siempre acompañados por algún sacerdote, algo que no dejó de llamar nuestra atención: la omnipresencia de la iglesia en los lugares que visitamos y los actos a los que asistimos. Aquí uno de ellos,  junto a Maria Eleftheria Giatrakou, la mujer que dirige esta Academia y cuya singularidad hace que escape a cualquier definición.
Conocimos lugares arqueológicos, como la antigua ciudad de Emporion, las preciosas islas Oinousses
 o la encantadora ciudad de Pyrgi, de fachadas con decoración geométrica en blanco y negro
Pero, aun siendo muchos y hermosos los sitios visitados, nos quedaremos para siempre con la alegría de los chicos y chicas chipriotas que nos acompañaron y deleitaron con sus bailes,
y entre los que estaba Spyros, joven y simpático lingüista con quien siempre era un placer conversar, con la locura homérica de Gregorio, nuestro Odiseo redivivo, que nos llevó a recrear lugares y personajes, contagiados de su pasión, con las risas, la ensalada griega, el sol, la cegadora luz de esta parte del mundo, la ironía de nuestra profesora de griego moderno, Déspina, y de su amiga Sofía, todo lo que vivimos y aprendimos, los baños de la tarde, el difícil inglés de Chris, compañero de Bruno... Y sobre todo con la hospitalidad de todos los que hicieron posible este sueño.
      Para los antiguos griegos la xenía era ese vínculo sagrado e inviolable que unía al anfitrión con su huésped, con ese xenos, palabra que designaba tanto al huésped como al extranjero, y en virtud de la cual se acogía con generosidad a quien llegara de lejos, se le brindaba ropa y comida y sólo después se le preguntaba quién era. Como Nausicaa y su padre, el rey de los feacios, acogieron a Odiseo cuando llegó como un naúfrago a sus costas, así nos han acogido a todos los que hemos participado en esta edición de la Academia Homérica en Quíos: con la auténtica generosidad de los antiguos anfitriones, como sólo los griegos saben hacerlo.
El último día de nuestra estancia en la isla los alumnos del profesor Thorley tuvieron que presentar los versos del canto VI de la Ilíada sobre los que habían trabajado. Bruno ofreció una traducción rimada de los versos 359-368 que emocionó  tanto a quienes comprendíamos el castellano como a aquellos que sin entenderlo intuyeron la poesía que había en ellos. Aquí quedan los versos homéricos y la traducción de Bruno:
τὴν δ᾽ ἠμείβετ᾽ ἔπειτα μέγας κορυθαίολος Ἕκτωρ
“μή με κάθιζ᾽ Ἑλένη φιλέουσά περ· οὐδέ με πείσεις· 360
ἤδη γάρ μοι θυμὸς ἐπέσσυται ὄφρ᾽ ἐπαμύνω
Τρώεσσ᾽, οἳ μέγ᾽ ἐμεῖο ποθὴν ἀπεόντος ἔχουσιν.
ἀλλὰ σύ γ᾽ ὄρνυθι τοῦτον, ἐπειγέσθω δὲ καὶ αὐτός,
ὥς κεν ἔμ᾽ ἔντοσθεν πόλιος καταμάρψῃ ἐόντα.
καὶ γὰρ ἐγὼν οἶκον δὲ ἐλεύσομαι ὄφρα ἴδωμαι 365
οἰκῆας ἄλοχόν τε φίλην καὶ νήπιον υἱόν.
οὐ γὰρ οἶδ᾽ εἰ ἔτι σφιν ὑπότροπος ἵξομαι αὖτις,
ἦ ἤδη μ᾽ ὑπὸ χερσὶ θεοὶ δαμόωσιν Ἀχαιῶν.”
Respondiole entonces el magnífico Héctor, el de tremolante penacho:
“Helena, no me ofrezcas asiento, no me convencerás aunque me quieras tanto,
pues mi corazón ya se ha agitado para defender en el llano
a los troyanos que para nada deseaban que me ausentara.
Mas a este hombre levanta y que él mismo se ponga en marcha,
de manera que cuando yo esté en la ciudad me alcance sin trabas.
Yo sin dilación partiré hacia casa para volver a verlos,
a mis criados, a mi esposa querida y a mi hijo tierno.
Pues no sé si en el futuro volveré otra vez de regreso
o los dioses me destrozarán en un momento a través de las manos de los Aqueos"
Concluyo esta entrada con unas fotos más de este increíble viaje y con el último recuerdo para quien ha hecho posible que yo lo viva: un alumno que sigue su camino lejos del aula en la que otros continuarán adentrándose en los sinsabores y placeres del latín y del griego. Pero a quien espero no perder del todo a pesar de la distancia. Gracias por muchas cosas buenas, Bruno, pero sobre todo por esas horas de los jueves en las que creo que ambos hemos disfrutado con los textos de los que nunca hay que  apartarse: los clásicos. Ad astra.