Fueron a la isla de Naxos pero Teseo abandonó a Ariadna, dejándola dormida en la isla.
Dionisio, el dios del vino, se enamoró de ella y bajó a la isla para llevársela.
Después se casó con ella y le dieron una corona de oro con piedras preciosas pero no obtuvo la inmortalidad. Pasó el tiempo y Ariadna siguió siendo fiel a Dionisio, pero como no era inmortal un día, murió.
Entonces, Dionisio, cogió la corona de oro y la lanzó al cielo. A medida que la corona se iba alejando, las piedras brillaban cada vez más hasta que se transformaron en estrellas. Así, Dionisio demostró su amor a la hermosa princesa de Creta.
Después se casó con ella y le dieron una corona de oro con piedras preciosas pero no obtuvo la inmortalidad. Pasó el tiempo y Ariadna siguió siendo fiel a Dionisio, pero como no era inmortal un día, murió.
Entonces, Dionisio, cogió la corona de oro y la lanzó al cielo. A medida que la corona se iba alejando, las piedras brillaban cada vez más hasta que se transformaron en estrellas. Así, Dionisio demostró su amor a la hermosa princesa de Creta.
La estrella que aparece marcada es Alphecca, la estrella más brillante de la constelación de la corona Boreal. También es llamada Gnosia que recuerda al origen de Ariadna, la ciudad de Knossos (Creta).
IRENE LANUZA
Muy buena entrada, concisa e interesante.La verdad es que desconocía la historia de la constelación. Me ha encantado. Y lista Ariadna, no como Dido, la otra abandonada.
ResponderEliminarGracias, Irene.
Azucena
Se me olvidaba: ahí van unos versos que escribió Lorenzo el Magnífico en su "Triunfo de Baco y Ariadna":
ResponderEliminar"Chi vuol esser lieto sia,
di domani non c'è certezza"
(Quien quiera ser feliz, que lo sea, del mañana no hay certeza)
El mismo mensaje del epitafio de Seikilos ¿verdad?
Azucena