Apenas acabamos de regresar de Arpino, de vivir una experiencia inolvidable junto a casi 300 jóvenes europeos amantes de las lenguas clásicas, cuando hoy nos han dado la noticia de que Bruno ha sido el ganador de la Prueba Nacional de Griego. Se empieza a hacer difícil digerir tantas emociones. Seguro que en cuanto Bruno encuentre tiempo y tranquilidad hará una entrada para contarnos cómo ha vivido estos días en Arpino. De momento, aquí podemos verle junto a los demás alumnos españoles que también participaron en este certamen internacional.
Pero ahora nos toca volver a felicitarle por este feliz colofón a un año en el que ha trabajado mucho y bien para perseguir sus sueños.
Fue el pasado 20 de abril cuando se celebró de forma simultánea en todas las delegaciones de la Sociedad Española de Estudios Clásicos la prueba de Lengua y Cultura Griegas. Consistió en la traducción y comentario de un texto de un autor ateniense del s. V a.C. conocido como "el Viejo Oligarca". En el texto, al autor no le queda más remedio que aceptar que está justificado el nacimiento de un nuevo sistema de gobierno en Atenas, la democracia, a pesar de que él no lo comparte. Lo cierto es que si es el pueblo quien con su trabajo confiere fuerza y poder a la ciudad, debe ser el pueblo quien, hablando en las asambleas, decida qué es lo mejor para sí mismo. Un tema que, no importan los siglos transcurridos, sigue mereciendo nuestro interés y reflexiones.
Será el próximo 8 de junio, en el Círculo de Bellas Artes, cuando Bruno reciba este último premio: una bolsa de estudio para acudir este verano a la Academia Homérica en la isla griega de Quíos. Trabajar, prepararse, no rendirse, siempre proporciona grandes satisfacciones. Y a veces, además, se puede disfrutar con el reconocimiento a lo bien hecho. Enhorabuena una vez más. Te lo has ganado.
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