Os voy a contar el mito de Apolo y Dafne, que trata de un amor no correspondido.
Dafne, era una náyade, hija de Peneo (río que atraviesa Tesalia). Era una joven muy guapa, que se hacía destacar entre las demás. Y Apolo era hermano de Ártemis, e hijos de la titánide Leto y del dios Zeus. Apolo protagonizó la lucha entre él y una serpiente, Pitón. En realidad era como un dragón horroroso. Pero su padre le regañó, aunque Apolo seguía estando orgulloso de su hazaña.
Empiezan los problemas. Un día Apolo vió a un chico, pequeñajo, con un arco y unas flechas. Era Eros, el Cupido latino. Era el dios del amor, hijo de Afrodita, y estaba representado en figura de niño, con alas, arco y flechas. Apolo se empezó a meter con él, más bien con su tamaño. Entonces Eros, se enfadó y le amenazó, diciéndole que ya conocería su poder. Eros subió a lo alto de un monte, y lanzó una flecha de amor eterno a Apolo, y una de odio a Dafne.
Un día Apolo, intentando cazar un ciervo, fue a buscar una fuente, que era donde solían estar. Entonces se encontró bañándose en la fuente, a Dafne y sus amigas, que era su lugar favorito.
Desde ese momento, Apolo, se enamoró de Dafne. Pero Dafne no le quería ni ver, por eso ella se quedaba los dias y las noches metida en su "gruta".
Pero un buen día, Dafne salió al bosque, y también Apolo. Allí fue cuando se encontraron. Y Dafne salió corriendo, porque ella no le amaba. Mientras corría, llamó a su padre, Peneo, y le dijo que la convirtiera en un laurel. Y así fue. Sus manos se convirtieron en las ramas y sus pies en las raíces.
"Apolo y Dafne" Escultura de Bernini.
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